"No soy quien piensa que soy"
Estoy de novio. Hace un año y pico. Con una chica a la que, sinceramente, amo. Con ella comparto más cosas que con nadie, a esta altura ya nos conocemos bastante, nuestra relación ya es más bien del estilo de una convivencia, nos vemos todos los días, dormimos juntos y amanecemos juntos. Esto obviamente tiene sus pro y sus contras, pero no creo que sea el momento indicado de hablar de eso. El tema principal es otro. Yo amo a mi novia, y ella me ama a mi, pero no puedo evitar estar con otras mujeres. Nadie entiende lo que digo ni cómo lo digo, es algo difícil de explicar, todos me responden "sos un hijo de puta, un cagador, no la amas" y quizás sea cierto que soy un hijo de puta, pero no es cierto que no la amo. Si hay algo de lo que estoy seguro es de amarla. Cuando estoy con ella no existe nadie más. Pero cuando se acerca la noche, el fin de semana, mis amigos me envuelven en una neblina en la que me cuesta distinguir entre el bien y el mal, y me vuelvo un pirata. Ya no se qué puedo hacer para contenerme porque últimamente las cosas no me están saliendo bien y si salen a la luz mis oscuras relaciones de una noche, podría perderlo todo.
Es importante remarcarles que ya no quiero este tipo de vida pero no puedo dejar de cometer crimen tras crimen, acorde van pasando las noches de sábado y viernes. Por ejemplo, este último sábado, un amigo, uno de los mejores amigos que tengo, hizo una pequeña reunión en su casa con su grupo más cercano de amigos y amigas, y después de una previa picante, decidimos ir todos a bailar a un boliche de Palermo. Yo estaba un poco borracho así que ya en la entrada, el mundo giraba, literalmente, y yo me encargaba de hacer que gire alrededor mío. Llamado la atención por las amigas de mi amigo, que estaban furiosamente perras, no pude evitar empezar a desenvolverme de la forma que a mi me gustaba, seduciendo a las mujeres con todo lo que sabía. Si hay algo en lo que no fallo es en el chamuyo. Puedo sacarle conversación a un árbol si quiero y hacer reír a la mina más amarga del mundo. Así es como siempre tengo la maldita oportunidad de "engañar" a mi novia y nunca digo que no. Adentro del boliche y en el medio de la pista bailando con uno de los amigos de mi mejor amigo, veo a estas chicas que ya había encarado en la puerta, bailando, solas, riendose, a la espera de alguien, alguien como yo. No pude evitarlo, borracho y todo, me acerqué y sin dudarlo las di vuelta en cinco minutos:
-Van a bailar solas toda la noche?
-Parece que sí
-Parece que no.
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