Yo por lo general suelo ser una persona sincera. Desde chico mentí muchas veces y me mandé muchas cagadas por eso hasta el punto de llegar a perder amistades, así que de un tiempo para ahora, me di cuenta de algo:
La sinceridad es el mejor camino.
Diciendo la verdad puedo llegar a tener peleas, puedo llegar a caer mal al principio, pero con el paso del tiempo lo único que va a prevalecer, es que yo fui de frente y de esta manera mi consciencia siempre estará limpia.
De esto no tengo dudas.
Suele pasarme también a veces, que para evitar ser muy directo con algo que puede llegar a ser muy doloroso, hago algunas cosas de compromiso.
No me gusta mentir, ni me gusta dar vueltas, a mi me gusta que me digan la verdad sea cual sea, y decirla sea como sea, pero algunas veces llego a la conclusión de que la verdad, va de la mano con la importancia. Así como las cosas importantes merecen la verdad, las cosas que no tienen trascendencia y que pueden generar dolor, dan lugar a la mentira piadosa. Esa que digo sólo para que alguien no sufra por una estupidez.
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