Muchas veces me pongo a pensar en la suerte que tengo de haber crecido en los grupos que crecí. Veo miles de pibes y pibas de mi edad, ARCHI MEGA caretas y pienso "que afortunado soy de no haber crecido como ellos". Porque es obvio, muy obvio, que la careteada pertenece y/o proviene de algunos grupos en especial. Primero y principal, creo que hay que destacar dos tipos de grupos. Llamemosle al primero grupo "primario". El grupo primario es aquel donde las personas aprenden valores, crecen con ellos y se forman como mismas. El grupo secundario es aquel grupo en el cual las personas vuelcan sus aprendizajes, sus valores adquiridos del grupo primario e interactúan con el resto. En él se producen los conflictos cuando las personas chocan diferentes valores y vuelven a plantearse y replantearse algunos de sus aprendizajes. Por ejemplo, la familia es un grupo primario. En ella los hijos aprenden de sus padres y sus hermanos mayores si los hay, adquieren múltiples enseñanzas y valores éticos y morales que luego plasman en los grupos secundarios como, por ejemplo, la escuela. En la escuela existen personas de todo tipo, con diferentes enseñanzas, que intercambian constantemente valores. Por este mismo motivo, es importante que en una familia, el grupo primario más importante, se enseñen ciertos valores para con las demás personas como el respeto, la educación, la sinceridad y la dignidad, más alla del tipo de personalidad de cada uno.
__Cuando una persona se encuentra en un ámbito de competencia continua, de constante necesidad de superación, o se encuentra obligada a rendir cuentas y demostrar que sirve para algo o que puede un poco más, suelen suceder rajaduras en el aprendizaje de valores. Rajaduras como la falsedad y la falta de sinceridad que muchas veces nos corrompe en un ámbito de competencia constante. Las personas que compiten necesitan mostrarse bien siempre, sea como sea, aunque se caiga el mundo abajo, porque no pueden mostrar debilidad ni desbordamiento en lo que a ellos respecta. Esto mismo se traslada a las relaciones sociales o amistosas, al grupo secundario en el que uno comparte lo que recibe. Y he aquí el mayor de los problemas. La falsedad llega hasta puntos tan extremos que termina una amistad, o impide crecer una relación. Esa constante forma de verse bien, de mostrar sonrisa, de entablar diálogos sin fondo (hola-hola-todo bien?-si-me alegro) oculta muchas veces otras sensaciones que si bien otros lo pueden ver, quien lo siente realmente se esmera por disimularlo o por no darlo a conocer públicamente. La persona falsa suele mostrarle una sonrisa hasta a sus mas asérrimos enemigos y luego suele insultarlos hasta el último aliento en voz baja o con otras personas.



"A la gente le encanta el puterío, a vos te sonrien en la cara y te preguntan por tu familia y cuando cruzaste la vereda te criticaron hasta el nudo de la zapatilla"