-Por qué lloras pibe? sos muy joven para sufrir
-Porque la perdí
-Perdiste a tu amor? a tu madre? tu vida? qué perdiste?
-Eso mismo, perdí mi amor y con ella a mi vida
-Cómo estás tan seguro?
-No lo se, solo sucedió, disculpe, me tengo que ir.

No pude evitar seguirlo, sus pasos me llevaron hasta su casa, entró rápido y con el llanto desesperado de quien realmente recibió el golpe certero del dolor más profundo. Cerró su puerta, así que, sin importarme nada, forcé la ventana y entré por la cocina. Ahí lo vi, lamentandose y golpeando su cabeza contra la pared. Me vi muy reflejado en ese muchacho. Simplemente fue otra versión rápida de mi final doloroso.