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miércoles, 25 de marzo de 2009

Si ahora me preguntan "en estos 16 años, qué es lo que más aprendiste a valorar?" sin dudas es la verdad. Es que si hay algo que tengo que admitir, y que no puedo dejar de saber, es que soy una persona muy insegura. Soy muy inseguro, quizás sea porque mentí miles de veces (algunas veces por miedo, otras por necesidad y otras veces simplemente para ocultar algo) y porque me mintieron y me traicionaron muchas veces también. Y la verdad que, como única reflexión, como única deducción de mis pocas pero profundas experiencias, es que la verdadera cura para la inseguridad, es la sinceridad y la verdad. Porque la sinceridad quizás duela al principio, pero no mancha la conciencia ni genera deudas. Uno agarra, y dice las cosas como son, aunque sean dolorosas, y sólo puede ganar. No solo porque las mentiras tengan patas cortas, sino también porque las cosas quedan claras, sin complicaciones, sin nubes, y la solución va a ser la más correcta, siempre, aunque sea dolorosa. No sirve mantener relaciones en base a mentiras, ya que luego de un tiempo las mentiras se harán cada vez más inestables y débiles y la relación terminará maltrecha y lastimada, quizás para siempre. Hablo desde mis experiencias, que si bien repito, fueron pocas, me sirvieron bastante para darme cuenta que NADA DE NADA es mejor que decir la verdad. Después se verá, si tenes razón, si no la tenes (y hay que admitirlo con la frente alta) y si las cosas pueden o no seguir como estaban. Mi inseguridad, sin embargo, no pasa por el miedo a cambiar las cosas, sino por el miedo a que me mientan. Porque de todas las veces que me mintieron, no hubo una que no termine enterandome por otra persona, y sinceramente es lo peor que me pudo pasar. Para ir redondeando, la sinceridad para con uno mismo y para con los demás, es lo más simple y más claro, porque no necesitas excusas, no lastimás las conciencias ni enredas las cosas que, tarde o temprano, vas a tener que desenredar, y eso es lo difícil y lo que genera las peores heridas. Las heridas que produce la verdad son momentáneas y a la larga se termina agradeciendo decir la verdad.


PD: Tengo otra cosa para hablar sobre las verdades y las mentiras, que, aunque parezca contradictoria con esta, espero poder explicarla de la mejor manera para que no se confundan las ideas que planteo.

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