Si no nace en vos
muere en mí.

Bebimos y comimos a gusto, escuchamos buena y mala música, tocamos guitarra y percusión precaria, contamos buenos y malos chistes, nos reimos, lloramos, nos aburrimos nos divertimos, sacamos cuero, alabamos, elogiamos, odiamos, amamos, contamos buenos y malos cuentos de terror, sufrimos el miedo de la paranoia al ritmo de un ding dong siniestro y una llamada perdida y finalmente nos dormimos. Despertamos con la cruel visita de un clima inesperado y cada cual marcó su camino. Uno por aquí otro por allá otro por acullá terminó la maratónica revancha de Némesis contra la organización Umbrella. Los zombies salieron de su agujero laberintístico (vaya uno a saber si inventé una palabra o no) para deambular por calles que hicieron suyas en un mediodía de frío furioso. Empezó hablando en primera del plural y terminó en tercera del singular, increíble lo que logró.

Algún día entenderán quienes no entiendan, que cuando escribo estas cosas de esta manera es porque estoy totalmente al pedo y no tengo mejor forma de pasar el tiempo que escribiendo pelotudeces de una manera categórica ya, dejando de lado hasta el más mínimo rasgo de vergüenza, actitud que para mi gusto es un poco Bacti, pero vaya uno a saber (repito) si finalmente seré un bacti o seré Jony o Shony o Bony o como carajo se le diga a aquel muchacho de barrios lejanos.